Mitos y hechos sobre la Nueva Medicina Germánica
“La ciencia [materialista y racionalista] es la más nueva, la más agresiva y la más dogmática de las instituciones religiosas”.
-Prof. Paul Feyerabend-
“El arte de la medicina consiste en entretener al paciente mientras la naturaleza cura la enfermedad”.
-Voltaire-
El Dr. Hamer ha estado sujeto a ataques no basados en hechos y a críticas que distorsionan sus declaraciones, incluso de los terapeutas que se inspiran en sus trabajos o cuyo enfoque se basa en ellos.
Consideramos esencial volver a poner las cosas en su lugar desmitificando los argumentos principales, a saber, los que leemos o escuchamos con más frecuencia.
Los replanteamientos imperiosos, de la mano de los nuevos avances científicos, ya sean médicos u otros, se enfrentan a las puertas cerradas de las instituciones, y a los dogmas, de tal manera que siempre se preserva y se mantiene el status quo. La evolución o el progreso frente a este pensamiento único y dominante ya no es posible.
Los investigadores que se atreven a pensar fuera de «la caja» (el Sistema) son excluidos y condenados al ostracismo, sin la sombra de un debate. Los tribunales pisotean los derechos humanos, empezando por el derecho a la defensa, tratándolos como delincuentes comunes. Son ellos los que dan una respuesta informada o una solución a los temas fundamentales y a los problemas más acuciantes de nuestro tiempo.
Juicios, calumnias, encarcelamientos, etc. Cualquiera que haga un nuevo avance científico y desafíe a las estructuras establecidas sufre la ira de «la Inquisición» de los tiempos modernos. Un estado totalitario no actúa de otro modo. Se impone una reflexión urgente frente a este estado de los acontecimientos, así como en los reflejos condicionados de miedo y de rechazo hacia las ideas y prácticas nuevas.
MITO
La Nueva Medicina Germánica es una terapia
Es incorrecto afirmar que la Nueva Medicina Germánica (NMG) es una terapia, una teoría o una filosofía en la cual debemos ‘creer’.
“Creer es negar la verdad, las creencias interfieren con la realidad… la realidad es lo desconocido y su creencia o no creencia en lo desconocido es solo una proyección de usted mismo, entonces no es lo real… Creen que porque les da alegría, consuelo, esperanza, da también sentido a la vida… De hecho, su creencia tiene muy poco valor…”.
-Jiddu Krishnamurti-
El Dr. Hamer, compartiendo su descubrimiento de las Cinco Leyes Biológicas, las cuales agrupó finalmente bajo el término ‘Nueva Medicina Germánica’, nos presenta una versión nueva y más avanzada de lo que es la embriología, la biología y, en definitiva, la medicina entera. No es sinrazón que hubiera llamado inicialmente a su descubrimiento «Nueva Medicina». Con esta designación, quería hacernos conscientes de que las cinco leyes biológicas representan un gran salto evolutivo en la forma de ver la medicina a la luz de nuestra evolución biológica, así como la ley de la gravedad descubierta por Newton trajo una nueva comprensión de la caída de los cuerpos.
Estas cinco leyes biológicas son inmutables, ya que se aplican a todo lo ‘vivo’, sin excepción.
Esto, entonces, no es cuestión de creencias. ¿Debemos creer en la fuerza gravitacional de la Tierra? Por supuesto que no, ya que estamos en presencia de un hecho indiscutible. La NMG, de forma similar, no está para “coger o dejar”. Tampoco está para tomar parte. Pretender dividir la NMG en trozos es querer hacer lo mismo con el humano. Sería como tratar de determinar la masa de un iceberg confiando únicamente en su parte emergente, es decir, la que está por encima del nivel del mar. Pasaríamos al lado de lo esencial.
Dado que se trata de cinco leyes biológicas inmutables, la NMG representa un ‘mapa de carreteras’ universal que puede ser utilizado por cualquier médico o terapeuta. La comprensión de estas leyes permite desarrollar una terapia inteligente, oportuna y dirigida, lo que la hará tanto más eficaz como de acción rápida.
MITO
La medicina convencional es científica
La medicina convencional utiliza sin duda métodos científicos (observaciones, estadísticas, etc.) pero, en base a sus numerosas hipótesis, NO es una ciencia. Sus observaciones son correctas, pero sus interpretaciones son erróneas.
Una hipótesis es una suposición, es decir, una declaración cuya veracidad no está establecida todavía, pero que está admitida y de la cual se deducen diversas teorías y predicciones. Un único recurso como método científico no basta para convertir en ‘científica’ una actividad y, mucho menos, para hacer de ella una ciencia natural. La medicina de escuela no presenta ninguna teoría que no esté fundamentada sobre alguna hipótesis (una propuesta no refutable en principio, es considerada como no científica), basada, a su vez, en los hechos o los datos biológicos que acontecen a una persona «enferma».
A las personas con cáncer, por ejemplo, solo les puede enunciar probabilidades de supervivencia (especulaciones) extraídas de estadísticas. Es igualmente incapaz de comprender y explicar la causa de cómo evolucionan las ‘enfermedades’ (razón por la cual el mismo procedimiento o medicamento es obligatorio para todos los pacientes, sin distinción); un caso en particular, la curación espontánea.
Para resumir: la medicina convencional se contenta con afirmaciones y no se puede demostrar que sean falsas, ya que se trata de hipótesis; de esta manera, su pretensión de erigirse en una ciencia también es falsa.
MITO
La NMG no es científica
La MNG es científica, ella está conformada de acuerdo a los criterios específicos de las ciencias naturales.
Su teoría científica -o, más bien, su modelo del proceso carcinogénico, así como de cualquier otra «enfermedad»- y la carencia de suposiciones -potencialmente refutable, es decir, que hay aquí una oportunidad de comprobar la coherencia de las declaraciones en cada caso particular- la hacen demostrable .
La NMG puede, en todos los casos, dar una explicación científica de cualquier hecho biológico (un cáncer o una «enfermedad» equivalente) producido en un individuo, según una anamnesis exacta, de manera verificable y, además, sin ninguna hipótesis.
El evento, siendo previsible a partir de la teoría, hace posible que para cada caso individual se pueda proponer una terapia adecuada y científicamente fundada.
MITO
El Dr. Hamer hace la guerra a sus antiguos alumnos
No es el Dr. Hamer quien rechaza a sus antiguos alumnos, sino que son ellos, particularmente mediante la tergiversación de sus trabajos y afirmaciones, incluso llegando a transformar la propia «terminología NMG», quienes hacen imposible vincular lo que pretenden con los trabajos originales. A menudo, han pasado por alto los detalles básicos de los cuales depende la vida del paciente, por no decir sectores enteros del conjunto coherente de sus trabajos rigurosamente científicos.
Este es un tema delicado, pero cualquiera que conozca y estudie en profundidad el trabajo del Dr. Hamer, sabrá discernir -entre las enseñanzas, las prácticas y los enfoques de los que pretenden ejercer en virtud de ellos- lo verdadero de lo falso. Y del mismo modo, es fácil reconocerlo en algunos enfoques, donde jamás aparece su nombre ni su trabajo y donde a todas las características originales simplemente se les cambió la terminología. En este sentido, es razonable poner en duda la honestidad intelectual y científica de los que desarrollan y defienden estos planteamientos.
El Dr. Hamer, como cualquier científico digno de este reconocimiento, debe advertir al público sobre estos abusos. No podemos hablar de intransigencia cuando se trata de la vida de los pacientes a los cuales se les da falsas esperanzas o son tratados sin ser plenamente conscientes de las posibles consecuencias de sus acciones.
Pongamos un ejemplo concreto de los riesgos: un diagnóstico de cáncer es, para la mayoría de la gente, una noticia que puede causar un shock profundo -la sensación de que su existencia se desmorona-, que corresponde a un conflicto biológico específico: el shock afecta directamente a los conductos colectores del riñón (lo que el Dr. Hamer llama «el síndrome»). Por lo tanto, asistiremos a un incremento (muy importante) de cualquier fase de reparación, así como de la crisis epileptoide («crisis de curación»), la cual puede ser fatal.
Por lo tanto, se debe resolver primero este importante conflicto de derrumbamiento de la existencia. El síndrome de los conductos colectores del riñón es uno de los elementos que fueron eludidos por los que, en Quebec por ejemplo, han dado enseñanzas en las que el trabajo del Dr. Hamer es «diluido», o presentado de una manera muy «tímida». Sin embargo, es imperativo resolver el shock biológico para la supervivencia del paciente.
Otro ejemplo sería el siguiente: en el caso de un conflicto de pérdida de territorio que ha durado más de nueve meses, el riesgo de ataque fatal al corazón durante la crisis epileptoide es muy alto. Un hameriano, sabiéndolo, nunca trataría de llevar a la persona a resolver este tipo de conflicto.
Se debe entender que un médico o un terapeuta que trabaja con las cinco leyes biológicas de la naturaleza atiende los tres niveles (la psique, el cerebro y el órgano correspondiente). Nunca debemos olvidar que estos tres niveles funcionan en perfecta sincronía y que no hay, en la mayoría de los casos, manifestaciones físicas notables en la fase activa del conflicto.
Con lo cual, un psicoterapeuta, por poner un ejemplo, que trabaje solamente el nivel de la psique -dejando de lado los impactos en el cerebro y las manifestaciones físicas que puedan resultar de la resolución del conflicto- podría, en algunas situaciones específicas, ya sea a corto o a largo plazo, llevar a su paciente a la muerte.
HECHO
La medicina convencional recupera la obra del Dr. Hamer
Veinticinco años después de los descubrimientos del Dr. Hamer, una fundación estadounidense, la Heal Breast Cancer Foundation, puso en marcha un programa de investigación de imágenes cerebrales, que aspira a demostrar algo similar a lo que el Dr. Hamer ya demostró: “Todos los órganos del cuerpo tienen un relé específico en un área específica del cerebro y la causa del cáncer es un conflicto con la emoción que lo produce”.
Mientras tanto, ocultamos los mayores avances del Dr. Hamer y todavía se consideran las ‘manchas cerebrales’ como tumores del cerebro. Los oncólogos afirman a unísono que las células cerebrales (neuronas) no pueden reproducirse, pero sí que los tumores cerebrales existen. Un tumor corresponde precisamente a la creación de nuevas células (en este caso las neuronas). las teorías médicas son, por tanto, completamente ilógicas.
MITO
Varios pacientes han muerto a causa del Dr. Hamer
“Se cita a siete personas que fueron fallecidas, las cuales, tras haber recibido numerosos tratamientos de quimioterapia, trataron de entender la Nueva Medicina. Yo no conocía a ninguno de ellos, ni siquiera por el nombre, hasta la lectura del acto de acusación, y mucho menos sus datos médicos”.
Dr. Ryke Geerd Hamer
No hay oncólogo en el mundo que no haya visto morir a pacientes de los cuales se ocupaba.
El Dr. Hamer no es una excepción. Sin embargo, incluso en casos avanzados, su tasa de éxito (más del 90%) es excepcionalmente alta. Según las estadísticas oficiales, los pacientes tratados con quimioterapia, radioterapia y morfina fallecen, en el 98% de los casos, en el plazo de siete años.
Según el Dr. Hamer, los que se salen de eso (2%) fueron tratados cuando la fase de reparación ya estaba muy avanzada y su organismo era lo suficientemente fuerte como para resistir los efectos dañinos de los tratamientos.
En resumen, los detractores del Dr. Hamer, al utilizar este argumento para invalidarlo y afirmar que si los pacientes ya fallecidos hubieran sido tratados con la medicina convencional todavía estarían vivos, lo único que consiguen es demostrar su ignorancia de los hechos.
MITO
El Dr. Hamer no recomienda ningún medicamento durante la evolución de la fase de reparación
En uno de sus enunciados, el Dr. Hamer precisa que cualquier fármaco con una acción sintomática puede ser considerado como medio de asistencia durante el curso de la fase de curación.
Citemos al Dr. Hamer:
“El médico que practica la Nueva Medicina no se opone al uso de medicamentos, aunque también crea que la mayoría de los procesos establecidos por la naturaleza actúan ya de manera óptima.”1
Sus censuradores le reprochan, por ejemplo, el hecho de no recomendar al paciente la morfina para que le alivie pero, por otra parte, ignoran, por supuesto, los graves daños a nivel físico, mental y cerebral que esta ocasiona.
En este punto, el Dr. Hamer es inflexible.
“Hacemos frente con este tema a, según mi entender de las cosas, una pseudo-terapia peligrosa y puramente sintomática que solo es posible actualmente por la falta de conocimiento de las leyes biológicas fundamentales de la nueva medicina”.
Según él,
“el inventor de la quimioterapia se merece un monumento en el infierno”.
MITO
La quimioterapia puede ser considerada
En general, los oncólogos no quieren quimioterapia para ellos mismos y sus familias. El Prof. y Dr. Georges Mathé, oncólogo, es un buen ejemplo de ello:
“Si yo llegara a desarrollar un cáncer, nunca iría a una clínica de tratamiento convencional contra el cáncer. Solo los pacientes con cáncer que se mantengan alejados de centros de este tipo tienen la oportunidad de salir del paso.”
(“If I contracted cancer, I would never go to a standard cancer treatment center. Cancer victims who live far from such centers have a chance.»).
Dr. Georges Mathé, «Scientific Medicine Stymied», Médecines Nouvelles (Paris), marzo 1989.
En 1985, el Dr. Georges Mathé, ex presidente de la Organización Europea para la Investigación y el Tratamiento del Cáncer (EORTC), fue curado de cáncer de pulmón con la ayuda del Dr. Hamer. A pesar de que experimentó de primera mano los beneficios de la Nueva Medicina del Dr. Hamer, el Dr. Mathé siguió tratando a sus pacientes con cáncer -miles de ellos- con quimioterapia.
MITO
El Dr. Hamer no recomienda la cirugía
Esta aserción es totalmente falsa. El Dr. Hamer recomienda una cirugía inteligente, es decir, únicamente la extirpación del tumor y, especialmente, en casos en los que puede causar obstrucción mecánica. En el caso de un cáncer de mama, para dar otro ejemplo, puede ser recomendada para prevenir un segundo conflicto y por lo tanto la aparición de un segundo tipo de cáncer, particularmente un melanoma, un cáncer de hueso o un cáncer de los ganglios linfáticos.
Se debe entender que, en la fase de reparación, el aspecto repelente que pueda llegar a adquirir el pecho puede causar en la persona un nuevo shock biológico (conflicto de fealdad, de impotencia, de miedo a la muerte, de temor de ataque o de miedo frontal, por nombrar unos pocos). Esto es especialmente cierto cuando la persona está muy preocupada por su apariencia y su poder de seducción. El solo diagnóstico de un cáncer de mama, si se tiene en mente la perspectiva de una mastectomía (extirpación parcial o total de la mama), es suficiente como para causar un gran shock biológico y otro tipo de cáncer específico asociado con este shock. En decir, no existe la metástasis.
MITO
El Dr. Hamer rechaza la psicoterapia
Una crítica que se le suele hacer al Dr. Hamer es el hecho de que él se refiera principalmente a la «biología» (shock conflictivo o conflicto biológico) y jamás a la psicología o a la «psicobiología». En realidad, nunca separa los tres niveles, lo cual significa que sus críticos lo acusan de la disociación que ellos mismos marcan, especialmente aquellos que se ocupan únicamente de la psique.
Muy pocos psiquiatras y psicólogos están familiarizados con sus trabajos, extremadamente precisos, en las constelaciones esquizofrénicas y en los trastornos del comportamiento, y menos todavía en las actualizaciones más recientes que el Dr. Hamer persigue incansablemente en su investigación. Por consiguiente, aquellos argumentos no se basan en datos factuales y actuales o, cuando las enseñanzas son ignoradas o distorsionadas, estamos en presencia de una falta de honradez intelectual y científica que, tarde o temprano, será puesta en evidencia.
Varios ignoran también que el Dr. Hamer, durante su período como internista, trabajó en psiquiatría, campo donde se decide -dicho sea de paso, según una votación a mano alzada− lo que se considerará como enfermedad psiquiátrica y lo que no, y donde prácticamente no se sabe hacer nada sino cebar al paciente con psicótropos.
Por otro lado, algunos de los que critican al Dr. Hamer se refieren esencialmente a la escasa porción de sus trabajos que ha sido traducida. Para pronunciarse con todo conocimiento de causa, deberían leer el conjunto de su producción en alemán. Con el tiempo, todos los trabajos estarán accesibles y los que sacaron conclusiones tempranas se retractarán.
Una simple cuestión de vocabulario …
Se hace forzoso el comprobar que algunos de los enfoques que se inspiran en los trabajos del Dr. Hamer también disponen de un vocabulario propio (¡cambiaron los términos usados por el Dr. Hamer¡).
El hecho es que el Dr. Hamer proporciona valiosas herramientas para los psiquiatras y psicólogos. Estas les permiten establecer con una rapidez sorprendente un diagnóstico que, en general, puede requerir una gran cantidad de preguntas y sesiones. Aunque el paciente no exprese nada acerca de su condición, basta con analizar los CT-Scan de su cerebro para saber con exactitud y precisión de qué se trata. Todo se expresa en su biología. Sabemos así, tan precisamente y en poco tiempo, por dónde orientar sus esfuerzos terapéuticos.
La rapidez de un hameriano -a veces asombrosa, al favorecer la resolución de ciertos conflictos que los psicoterapeutas generalmente tratarían en sesiones múltiples y, a menudo, durante varios años− puede representar, de hecho, un impacto negativo para la profesión. Esto exige una revisión en profundidad de su práctica, de sus métodos, y un cuestionamiento de varios conocimientos. Una vez más, hay que obligarse a nuevos estudios, ya que se carece de la formación en uno o dos de los tres niveles (psique, cerebro y órgano correspondiente). Por otro lado, atender a un cliente solo durante una o algunas sesiones, evidentemente, no es rentable.
Los descubrimientos del Dr. Hamer ponen en tela de juicio incluso a la psiquiatría y a la psicoterapia, ya que no se puede seguir tratando más a un paciente, concienzudamente, pasando por alto cualquiera de sus dimensiones.
MITO
El Dr. Hamer es un charlatán y un criminal
La verdad es que la teoría y la eficacia de sus tratamientos provocaron un verdadero agitamiento en los tribunales alemanes y otros europeos, también entre la profesión médica y los laboratorios farmacéuticos. Los medios de comunicación solo se refieren a ello. La falta de honradez, de rigor y de imparcialidad (de objetividad) de los periodistas resulta aquí flagrante, especialmente entre aquellos que cuestionan la validez de sus descubrimientos, puesto que estos han sido científicamente comprobados.
¿Cuál fue su crimen? Negarse a abjurar de la Nueva Medicina y no volver a la medicina de escuela. Si se nos permite una analogía, ahora que ya se sabe que la Tierra no es plana, sino redonda, sería como si se negase la mentira pretendiendo sostener todavía que es plana.
De hecho, la Nueva Medicina conoce un índice de éxito excepcional -de lejos, el más elevado, en comparación a todos los métodos de tratamiento confundidos (un éxito de más del 90% de los casos)-, inverso a los resultados que se pueden esperar con un tratamiento convencional.
En Europa, los médicos y los terapeutas que ejercen abiertamente según los principios de la NMG son objeto de persecución. En Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Québec y España, las autoridades lanzaron persecuciones en contra de los médicos y terapeutas que se encuentran entre estos con el fin de tacharles de su orden profesional. Los juicios están en proceso desde años. Solo los tribunales españoles han contestado que no les pertenece el decidir entre terapias y teorías medicas conflictivas.
Nota:
en uno de los intentos de procesamiento contra el Dr. Hamer, el fiscal (de Wiener Neutsadt, en Austria) se ha visto obligado a reconocer que 6.000 de los 6.500 pacientes con cánceres muy avanzados todavía estaban vivos de 4 a 5 años después de su consulta con el Dr. Hamer.
Además de ser perseguido a ultranza y encarcelado dos veces en condiciones infrahumanas, el Dr. Hamer escapó a varias tentativas de asesinato. El 16 de febrero de 2006, fue libre por fin después de su segundo encarcelamiento en Francia. Desde entonces, se refugió en Noruega donde prosigue sus trabajos intentado protegerse de las represalias de la Unión Europea, de la cual no es miembro este país.
Se ha comparado su caso con el del Dr. Ignace-Philippe Semmelweis, también alemán, quien había sugerido que los cirujanos deberían lavarse las manos antes de toda operación y que fue internado en un asilo psiquiátrico donde falleció a la edad de 47 años. La negativa de la comunidad médica en reconocer su descubrimiento condenó a una muerte trágica e inútil a miles de jóvenes madres. Sus ideas acabaron por triunfar y a menudo citamos su caso como el ejemplo de una situación donde el progreso científico ha sido frenado por la inercia de los profesionales bien situados.
MITO
El Dr. Hamer es un psicópata y un integrista
En virtud del derecho alemán, se puede excluir a un profesional del orden de los médicos si sus facultades mentales son consideradas aminoradas. Esta ley fue utilizada en 1986 para excluir al Dr. Hamer del orden médico, pero la única prueba proporcionada en referencia a su estado mental, supuestamente deficiente, fue su negativa a retractarse de sus teorías y a jurar lealtad a los principios de la medicina convencional. No obstante, esta negativa es la de un médico no solo sano y sensato a la luz de sus descubrimientos, sino también incorruptible.
Algunos dirán que es intransigencia o integrismo, o incluso se ofenderán por el hecho de que el Dr. Hamer no convence cuando es a la medicina convencional dogmática que él mismo practicó a quien está acusando. A pesar de ello, este no reniega de sus propios descubrimientos y jamás cambia sus afirmaciones, a riesgo de ser encarcelado, demostrando, así, su integridad a toda prueba.
Los médicos y los terapeutas que practican según sus cinco leyes biológicas, pero que rehúsan ver sus nombres asociados al suyo, se encierran en la ignorancia, particularmente en lo referido a los efectos de ciertas prácticas médicas o intervenciones medicamentosas susceptibles de detener la fase de reparación. Es más bien por el ego y el miedo a ser tratados de la misma manera que él por lo parecen no querer renunciar a dichas prácticas.
Por otro lado, el tribunal sabía, antes del proceso, que el Dr. Hamer era incapaz de readaptarse a los principios de la antigua medicina, ya que era capaz de probar, a la luz de sus descubrimientos y a la exactitud de sus teorías, que esta es falsa. ¿Hubiéramos querido que se renegara y pretendiera que es justa?
En 1987, el mismo tribunal presentó la llamada evidencia de su estado mental deficiente: sin jamás antes haberlo visto, un psiquiatra nombrado por el tribunal, el Dr. J.Klosterkötter, sentenció su diagnóstico: “el Dr. Hamer es un psicópata”.
MITO
El Dr. Hamer dirige una secta
Hoy en día se utiliza el concepto de secta para eliminar a toda persona o toda institución molesta para el poder que está al mando, ya sea religioso, científico o político. Así como lo preconizaba Hitler “cuando sus enemigos estén en lo correcto o sean demasiado fuertes, no se enfrente a ellos. Utilice una y otra vez la calumnia”.
El Dr. Hamer jamás tuvo adeptos. Tuvo numerosos pacientes, muchos de ellos siguen vivos hoy en día, y hay más y más médicos y terapeutas que practican de acuerdo a las cinco leyes biológicas, quienes en su mayoría jamás se encontraron con el Dr. Hamer, ni son conocidos por él, pero aún así reconocen la superioridad de sus descubrimientos en el restablecimiento de sus pacientes, muchos de los cuales (cancerosos, pacientes con SIDA, afectados por alergias, enfermedades crónicas, etc.) habían sido condenados por la medicina convencional.
MITO
El Dr. Hamer es racista y antisemita
El Dr. Hamer descubrió que los Judíos recurrían a la NMG desde hace más de veinte años, mientras que los no Judíos sufrían los tratamientos de la medicina convencional. Habría hecho las mismas declaraciones si el descubrimiento de esta práctica hubiera sido diferente, ¡ya fueran japoneses o africanos!
¿Es antisemita porque dijo abiertamente que él recibió amenazas de muerte por parte de las logias judías y porque les atribuye las tentativas de asesinato de las que fue víctima? El 14 de mayo del 2001, el Dr. Ryke Geerd Hamer confirmó su posición en una comunicación de la cual encontrarán a continuación algunos extractos:
“Los israelíes, y en particular los hasidim, practican secretamente la Nueva Medicina desde hace más de 20 años, y esto con el mayor éxito, es decir de un 98%. Esto acaba de sernos confirmado desde hace poco por una colaboradora de un hospital de Tel Aviv. Con la ayuda de la prensa «israelí»,
-y esto representa casi el 99% de los medios de comunicación en Europa, América, etc.- los israelíes preconizan la quimioterapia y la morfina como supuesta ‘terapia’ de los cánceres para los no Judíos, con el resultado de que el 98% de ellos mueren (según el centro alemán de investigación contra el cáncer de Heidelberg, Prof. Abel). Así es como desde entonces, 2.000 millones de no Judíos, es decir una cuarta parte de la población mundial, han sido asesinados con quimioterapia y morfina de la manera más horrible”
“Es por eso que usted comprenderá ahora que mi deber como tribuno incorruptible, enfrente de mis pacientes, no sufre discusión alguna. Aunque un gran número de médicos y otros terapeutas en el mundo entero, que ya conocen la Nueva Medicina y la utilizan para trabajar, todavía se callen por miedo y asistan a la matanza sin hacer nada, habrá por lo menos uno en nuestro pueblo (el pueblo de los escritores, los pensadores, los músicos, los descubridores y los inventores) qué querrá ser un modelo para su pueblo y para todos los no-Judíos de este mundo”.
“Esto puede explicar por qué he sido echado a la calle por 50 clínicas en las cuales quería ejercer (cuando aún tenía el derecho), después de que el médico jefe manifiestamente hubiera recibido una llamada telefónica de su jefe de logia. Las logias son secretas… En apariencia, los asesinos no tienen motivo… y las víctimas no tienen lobby. De la misma manera, van libremente al matadero.”
“Aunque muchas personas piensan ahora que HAMER no debería escribir esto, que es demasiado peligroso para él, pienso sin embargo que hace falta que alguien acabe por decirlo, no tengo nada más que perder…”
1Para una explicación completa de la verdadera posición del Dr. Hamer, lea el capítulo sobre las drogas, ‘Fármacos’, p.199, de ‘La Nueva Medicina, la Quintaesencia’.
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